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¿Cuál es mejor en el diagnóstico de los trastornos del neurodesarrollo?
Por José David Salas Gil
Aún se debate sobre el papel de los test psicológicos en el diagnóstico de los trastornos del neurodesarrollo. Hay profesionales que consideran a los test como complementarios, otros consideran que no son necesarios y afirman que solo se requiere de una buena historia o entrevista. Creo que es importante precisar que es una evaluación clínica, donde se ubican las técnicas de entrevista y observación; cuál es el papel de los test psicológicos y porque debemos de entender los diferentes tipos de test que existen.
La entrevista es una técnica que usamos para conversar con los informantes o con el paciente para poder recoger, definir y precisar el motivo de consulta, las conductas problema, las expectativas que tienen de nuestro servicio (descarte, cribado, diagnóstico y/o terapia); así como para realizar una historia clínica. La observación es otra técnica que nos permite apreciar conductas que han sido reportadas como problemáticas en la entrevista. Creo que no es necesario argumentar la importancia de todo lo anterior en un proceso de evaluación. Lo que quiero resaltar es el papel de los test psicológicos en este proceso diagnóstico.
Ahora bien, es importante comentar que en el caso de los instrumentos psicométricos, existen varios tipos, por ejemplo, baterías de tareas, cuestionarios, entrevistas y escalas de observación, todas estas consideradas herrramientas psicométricas, pero no son iguales. Aunque las Escalas Wechsler y la segunda edición del Sistema de Evaluación de la Conducta Adaptativa (ABAS-II) sean considerados test psicológicos, no son de la misma naturaleza.
Las escalas Wechsler son baterías de diferentes tareas para medir de forma objetiva habilidades verbales, espaciales, de razonamiento, memoria, etc. mientras que el ABAS-II es un cuestionario de preguntas sobre actividades o conductas que los padres deben indicar si su hijo o hija realiza o no. Por otro lado, la Entrevista para el Diagnóstico de Autismo Revisada (ADI-R) es una herramienta formada por 93 elementos que constan de preguntas y repreguntas para recoger información clínica que luego se valorará y codificará para el diagnóstico del Trastorno del Espectro Autista. Se preguntarán si es una técnica, pues sí, es una técnica porque es una entrevista, pero estas preguntas no son libres, son estandarizadas, y que han sido analizadas para estimar su fiabilidad, validez, sensibilidad y especificidad diagnóstica. El ADI-R, en su manual tiene una capitulo muy detallado de su fundamentación estadística y por eso es considerada también una herramienta psicométrica.
En algún momento a algún clínico se le ocurrió usar una entrevista libre para el diagnóstico de algún trastorno, en esta entrevista no estructurada realizaba preguntas al informante o al paciente sobre aspectos clínicos y/o síntomas de algún trastornos, luego se vio en la necesidad de incrementar el número de preguntas, las plasmó en un documento o guía de entrevista para poder repetirlas y no estar recordandolas o inventandolas por cada caso, se percató que muchas de ellas no eran precisas asi que las perfeccionó, se dio cuenta que podría agruparlas en áreas, dominios o dimensiones, luego en subdimensiones, luego comenzó a verificar si su guía de entrevista de verdad funcionaba así que comenzó a comparar sus resultados con otros criterios, luego decidió aplicarla su herramienta a una cantidad de casos para conocer su fiabilidad y validez; y así, una técnica puede convertirse en un instrumento psicométrico como el ADI-R, e-TDAH, ABAS, DP-3, etc. Lo mismo sucede con la observación, para ejemplo, tenemos la Escala de Observación para el Diagnóstico de Autismo 2° edición (ADOS-2).
Es importante que tengamos en cuenta los diferentes tipos de herramientas psicométricas que existen para no meter a todas en un solo saco. Entonces, cuando alguien nos diga que incluirá un test en su proceso de evaluación y diagnóstico, debemos preguntar que tipo de test es, porque hay escalas, entrevistas, cuestionarios, etc.
En la quinta edición revisada del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5-TR por sus siglas en inglés) se menciona en varias partes que para el diagnóstico de determinados trastornos es necesaria la evaluación clínica como a las medidas estandarizadas. Aunque el DSM-5-TR no define claramente estos conceptos, creo que a la evaluación clínica se le puede entender como el proceso de evaluación o valoración que incluye a la historia clínica, y a las técnicas de la entrevista y observación; y a las medidas estandarizadas como los test, instrumentos o procedimientos psicométricos.
En la primera sección de este manual diagnóstico, hay un acápite denominado Aproximación a la formulación de casos clínicos donde se señala lo siguiente:
"La formulación del caso de cualquier individuo debe incluir una historia clínica detallada y un resumen detallado de los factores sociales, psicológicos y biológicas que puedan haber contribuido a la aparición de determinado trastorno mental. Para establecer un diagnóstico de trastorno mental no basta con comprobar la presencia de los síntomas citados en los criterios de diagnóstico. Una evaluación exhaustiva de estos criterios podría garantizar una valoración más fiable (a la que podría contribuir el uso de las herramientas de evaluación dimensional de la gravedad de los síntomas); la gravedad y prominencia relativas de los signos y síntomas de un individuo y su contribución al diagnóstico requerirán de juicio clínico en última instancia".
Como se puede apreciar, el DSM-5-TR señala la importancia de la historia clínica y de otras estrategias que sumen a la fiabilidad y validez del diagnóstico de un determinado trastornos.
En el DSM-5 mencionan que el diagnóstico de determinados trastornos se debe realizar mediante evaluación clínica y medidas estandarizadas.
En la sección de los Trastornos del Neurodesarrollo se menciona en varias partes la importancia de la evaluación clínica y de las medidas estandarizadas en conjunto. A continuación veremos como ejemplos, algunas indicaciones que brinda el DSM-5 en el diagnóstico, donde se puede apreciar el énfasis en el uso de la evaluación clínica y las medidas estandarizadas (las cursivas son mías):
En el Trastorno del desarrollo Intelectual, en los criterios diagnósticos se menciona el Criterio A:
"Las deficiencias de las funciones intelectuales, como el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia, confirmados mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas".
Líneas más adelante, en el acápite Características diagnósticas, en el primer párrafo, se indica que:
"El diagnóstico del trastornos del desarrollo intelectual se basa tanto en la evaluación clínica como en las pruebas estandarizadas de las funciones intelectuales, las pruebas neuropsicológicas estandarizadas y las pruebas estandarizadas de funcionamiento adaptativo".
En los trastornos de la comunicación, especificamente en el Trastorno del Lenguaje, en el Criterio diagnóstico B, se nos indica que:
"Las capacidades de lenguaje están notablemente y desde un punto de vista cuantificable por debajo de los esperado para la edad, lo que produce limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación".
En el Trastorno específico del aprendizaje, en el criterio B se indica que:
"Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado por debajo de lo esperado para la edad cronológica del individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento académico laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral".
El mismo DSM-5-TR señala la necesidad de usar tanto la evaluación clínica como las medidas estandarizadas para el diagnóstico de los trastornos. Es cierto, solo lo menciona de forma explicita en algunos trastornos, pero creo que, extrapolarlo a todos los demás, ayudará a que el diagnóstico tenga más validez.