BLUMENFELDPSI.COM
Divulgación psicológica
Te invitamos a leer nuestras publicaciones sobre evaluación psicológica.
BLUMENFELDPSI.COM
Divulgación psicológica
Te invitamos a leer nuestras publicaciones sobre evaluación psicológica.
Pregunta clave que debes realizar durante la anamnesis psicológica
Por José David Salas Gil
Hemos comentado en muchas oportunidades nuestra propuesta sobre el proceso de evaluación psicológica, la cual consiste en un triaje, una historia con una estrategia retrospectiva, una observación para obtener el perfil preliminar y luego la sistematización de todo esto en un plan de evaluación. Cuando un paciente llega a consulta, recomendamos iniciar por el triaje psicológico para obtener varios productos como el motivo de consulta, la descripción de la conducta problema, la hipótesis diagnóstica y las expectativas del servicio.
Durante el triaje, se realizan muchas preguntas y estas se pueden clasificar o agrupar según el producto que se desee obtener. Pero queremos hacer énfasis en una pregunta que consideramos clave en el proceso de evaluación: “el paciente ¿ha sido evaluado anteriormente?”. Esta interrogante parece trivial a simple vista pero la consideramos muy importante, no sólo para fines clínicos sino también en la administración del servicio psicológico.
Esta pregunta se suele realizar en el triaje, específicamente cuando queremos conocer las expectativas del servicio que tiene el paciente, y como lo hemos descrito anteriormente, genera la impresión de que ocupa el cuarto lugar en la secuencia de productos del triaje. No obstante, recomendamos realizar esta pregunta si es posible en el primer contacto con el paciente.
Un test psicológico suele indicar el tiempo que se recomienda esperar entre aplicación y aplicación en su manual oficial, y este tiempo es particular de cada instrumento. Por ejemplo, en el caso de las Escalas Wechsler, el manual indica que el tiempo que debemos esperar entre aplicación y aplicación es aproximadamente de un año para los subtest no verbales y de un año y medio para los test verbales; mientras que en el caso del Test de Inteligencia No Verbal (TONI-4) es un mes aproximadamente. Muchos profesionales tienen la idea de que el período entre aplicación y aplicación de cualquier test es seis meses, pero esta creencia no tiene sustento; nosotros suponemos que esta idea surge por la práctica de recomendar una reevaluación en seis meses, pero esto no significa que debamos evaluar la variable psicológica con el mismo test.
En ese sentido, si el paciente nos informa que efectivamente ha sido evaluado anteriormente, debemos averiguar la fecha y cuáles fueron los instrumentos que se usaron en ese examen. En el caso de que la evaluación se haya realizado hace un par de semanas, y vemos que han usado, por ejemplo, alguna de las Escalas Wechsler (WPPSI-IV, WISC-V o WAIS-IV), entonces es recomendable que usemos otros test de inteligencia, como las Escalas Reynolds de Inteligencia (RIAS), TONI-4, Escalas Leitter, Stanford Binet 5°, etc.
Ahora bien, supongamos que hemos aplicado la WISC-V como parte de un proceso de evaluación y no se nos informó de que hubo una evaluación previa donde ya se había aplicado dicho test, en ese caso, debemos considerar que es nuestra aplicación la que tendría problemas en cuanto a su fiabilidad y validez, ya que ha recibido el efecto del aprendizaje.
Por otro lado, el hecho de conocer que hubo una evaluación anterior, nos permite revisar el informe o los resultados obtenidos, verificar su fiabilidad y validez, y tomar decisiones con ellos, ya sea para recomendar una reevaluación de la misma variable, o para ampliar con otro test más especializado, o reestructurar nuestro plan de evaluación. La información que obtenemos de evaluaciones anteriores es muy valiosa, ya que permite reutilizar resultados, descartarlos (en el caso de que no sean fiables), conocer los test usados y poder elegir otros, y sobretodo, comparar el perfil anterior con el nuestro para poder realizar un tipo de “seguimiento”.
Como se puede apreciar, todo lo anterior tiene una gran utilidad en el aspecto clínico; pero también en el aspecto administrativo. El hecho de conocer los test aplicados anteriormente nos alerta de no repetirlos en la nueva evaluación, evitando con esto desperdiciar sesiones y solicitar nuevas para aplicar otros test. Por otro lado, reutilizar datos del informe anterior, permite conocer el estatus de variables psicológicas y con esto se ahorra tiempo en volver a evaluarlas. Gracias a estas consideraciones podemos plantear un número adecuado de sesiones, hacemos uso estratégico de nuestros recursos, como los materiales de evaluación y el costo de hora de trabajo del evaluador; pero sobre todo, podemos ofrecer un servicio psicológico de calidad y accesible a la economía del usuario.